segunda-feira, 4 de agosto de 2008
Ecumenismo Cristiano-Musulmán
La separación entre Islam y Cristianismo, cada vez menos definida. Al menos eso parece deducirse de las útlimas noticias que se van publicando en distintos medios.
La separación entre Islam y Cristianismo, cada vez menos definida. Al menos eso parece deducirse de las útlimas noticias que se van publicando en distintos medios.
Mientras que por un lado se anuncia a bombo y platillo que "el 32% de los jóvenes musulmanes residentes en Gran Bretaña, creen justificado asesinar en nombre del islam" (Fuente: Protestante Digital), por otro lado podemos leer que:
"El Arzobispo de Canterbury, líder de la iglesia Anglicana, invitó este martes [12 de Julio] a los líderes cristianos e islamistas a una conferencia en octubre con el fin de trabajar para evitar al violencia de origen religioso." (Funete: NoticiaCristiana).
A todo esto, el Vaticano entra en acción, lógicamente. El 19 de Julio se publicó en el Diario El Comercio de Perú la siguiente noticia:
"El papa Benedicto XVI pidió ayer a todas las religiones que se unan contra el terrorismo y que resuelvan los conflictos de manera pacífica, para luego escuchar a un líder islámico que instó a los cristianos a superar los errores y prejuicios respecto de los musulmanes".
Mientras que en primer lugar son los anglicanos quienes toman la iniciativa, no es sino ante la Iglesia Católica Romana ante quien reacciona el mundo Islámico. Ahora son los musulmanes los que invitaron el 31 de Julio a Benedicto XVI a que se les visite:
"El gran muftí de Siria, Ahmad Badr El Din El Hassoun, ha invitado a Benedicto XVI a visitar su país con motivo del Año de San Pablo. En un encuentro en Damasco con un grupo de periodistas que participan en un viaje organizado por la Obra Romana para las Peregrinaciones tras las huellas del apóstol de las gentes, la máxima autoridad suní de este país ha relanzado el diálogo cristiano-musulmán para promover la paz mundial." (Fuente: Zenit).
Para contextualizar un poco, indicaremos que el Gran Muftí es el "más importante de los muftis o intérpretes de la Sharia o ley islámica. Es, dicho de otro modo, la mayor autoridad legal en un territorio determinado. Naturalmente, sólo en ámbitos regidos por la ley islámica: no tiene autoridad alguna en el campo del derecho civil laico y no suele tenerla tampoco en procesos criminales. El título es propio del islam sunní. El gran mufti pronuncia resoluciones o fatwas sobre legislación islámica a petición de las autoridades políticas, de instituciones islámicas, de tribunales o de particulares. El conjunto de fatwas de un gran mufti puede servir como guía para la aplicación práctica de la ley islámica, que en muchos puntos es considerada abstracta." (Fuente: Wikipedia).
Yendo más allá, esto se ha traducido en un encuentro entre musulmanes y cristianos protestantes finalizado ayer 31 de Julio en Estados Unidos:
"Una conferencia de líderes musulmanes y cristianos destinada a promover la convivencia pacífica entre religiones concluyó el jueves en la Universidad de Yale (este de EEUU) reafirmando que el amor ocupa "un lugar central" en sus credos, pero sin abordar los fundamentalismos. Unos 150 líderes religiosos y académicos, entre los más influyentes del mundo religioso, debatieron durante cuatro días cómo convivir en paz." (Fuente: Agencia France Press).
Ante este panorama, si hacemos un poco de ejercicio de imaginación gráfica, podríamos ver a los protestantes y anglicanos corriendo tras los musulmanes para poder "hablar", a la vez que los musulmanes corren tras el Vaticano para poder "hablar". En definitiva, todos van tras la figura del papado, unos detrás de otros, para "hablar".
Quiero aclarar que todo diálogo siempre es positivo. Lo curioso del asunto es el "orden" en que se hace. Como todo en esta vida, el "protocolo" es importante, y quien inicia las acciones no es igual que el que es objeto de las atenciones o iniciativas.
"Dios es amor", de eso no hay duda, y lo "importante", según estos planteamientos dialécticos, es dejar de lado los asuntos doctrinales. Así lo afirma la ICR. No es de extrañar que se pueda hacer esto así, siempre y cuando todos sean los que desean hablar con uno... marcando las reglas con ventaja.
Otro dato que no quiero que pase desapercibido es el trasfondo del "radicalismo" o "fundamentalismo" que adorna este escenario de guiños diplomáticos interreligiosos. Mi opinión es que finalmente no se discriminará sino a los "fundamentalistas" independientemente de su credo, sean musulmanes, cristianos, judíos, budistas, etc. La línea de separación no será más la religión, sino el compromiso con la misma. Entiéndase que me refiero a integridad de conciencia, y no a extrmismos irracionales.
Fonte - Cuenta Atras